Medio año ya desde que Inés llegó a nuestras vidas. Todos los dÃas sonrisas y buenos momentos. Y para celebrarlo, dos pastelitos para los papás, seis velas en honor de la cumplemeses y una sonrisa en exclusiva para inesuca.com 🙂
Comprando, entre otras cosas, una lámpara nueva para la habitación de Inés en el Castorama y probando el carrito con silla para niños. Me parece que Inés aún tiene que crecer un poco para llenarla entera. O al menos para aguantarse bien 🙂
Os prometo que Inés no probó ni una gota, pero ahà la tenés brindando con un poco de Weißbier. Los paseos hasta Arnaud Bernard tienen el atractivo de un bar que se llama Le Breughel. Si fuesemos más tarde aquello serÃa impracticable, pero a las 6 de la tarde es normal encontrarse a padres con bebés o niños pequeños en el bar. Desde que se prohibió fumar en todos los bares de Francia, las familias pueden volver a tomarse una cervecilla sin que se ahoguen los niños en humo 🙂
También nos damos algún paseillo que otro por el Delicatessen los domingos por la mañana a comer unos mejillones con patatas con una cervecilla 🙂
Uno de los regalos más visibles que Inés ha tenido, al menos por lo que respecta a su desmesurado tamaño, es el oso que le regaló su tÃo Pedro. Ocupa dos o tres veces lo que ocupa Inés, y aún asÃ, le encanta jugar con él, ya sea poniendose encima o debajo del osazo…
Raros son los padres jóvenes en España que no conocen a Pocoyó. El héroe azul de sus niños. Con sus amigos Eli, Pato, Lula,… el éxito de la serie, de origen español por cierto, es planetario, pero hasta hace muy poco tiempo, era un total desconocido en Francia y la única forma de verlo era por Internet. La cadena francesa M6 lo programa ahora por las mañanas, y luego se puede ver durante siete dÃas en su portal de internet (sólo desde Francia).
Como podéis ver, Inés se está haciendo forofa de Pocoyó. La mujer alucina, se le cae la baba y sólo le distrae la insistente lente de la cámara de vÃdeo… pobrecilla, ¿qué verá ella? 🙂
Inés ya tiene una sillita para comer sus purés y sus frutas. Nada más ni nada menos que una trona Woodline de Bébé Confort. Regalazo de sus tÃos abuelos RodrÃguez de Pamplona, que por lo que se ve le ha encantado (aunque cierto es que cuando saqué la cámara de vÃdeo ya llevaba un rato y empezaba a cansarse un poco de estar ahà sentada…)
Uno más. Y la cosa no para. Ayer Inés cumpló cinco meses. Y ahà veis cómo lo celebra con su mamá.
En su quinto mes de vida Inés ha empezado con los purés y compotas, ha cambiado a su cuna grande y su cuarto propio, empieza a hacer caso a su papá cuando este se pone serio y ha seguido creciendo sin parar.
Y lo que le queda… 🙂
Llegó el momento. Se acabó el monopolio de la leche. El viernes pasado estuvimos con Inés en la pediatra, a la pobre le cayeron tres vacunas, y la buena mujer nos dijo que podÃamos ir empezando a darle compotas de fruta (manzana o pera) y purés sencillos (zanahoria y, si queremos, un poco de patata) una vez al dÃa para que se vaya acostumbrando.
Para hacer la primera prueba le compramos unos potitos de manzana. Sin azucar ni nada. Sólo manzana. Tranquilos, tranquilos, que más adelante se lo haré yo mismo… pero para probar, preferimos el supermercado del barrio. Y ahà tenéis a Inés frente a frente a una cuchara por la primera vez en su vida.
Y aunque en el vÃdeo parezca un poco despistada, os puedo ir adelantando que ya se los zampa como si lo hubiese hecho desde que nació. Su nounou alucina con ella 🙂
Con esta guisa y esta sonrisa sale Inés todas las mañanas camino de la casa de su nounou Marie France. Y bien que se lo pasa con sus amiguitos Samuel y Thibaud. Nos echa de menos lo justo 🙂
Siempre me ha gustado mucho la sección de la marca Pylones en las Galeries Lafayette. Objetos cotidianos y de toda la vida alegremente coloreados y decorados. Toda una celebración de la imaginación y la originalidad.
Le habÃa visto a SofÃa, la hija de mi amigo Javi, un sonajero de esta marca, y desde entonces le tenÃa echado el ojo. Asà que este fin de semana, ni corto ni perezoso, me he agenciado con uno para Inés. Y ahà está tan contenta, dándole a la maraca… aunque también es cierto que la pobre no lo controla mucho y se da de vez en cuando con ella en el coco.