Os prometo que Inés no probó ni una gota, pero ahí la tenés brindando con un poco de Weißbier. Los paseos hasta Arnaud Bernard tienen el atractivo de un bar que se llama Le Breughel. Si fuesemos más tarde aquello sería impracticable, pero a las 6 de la tarde es normal encontrarse a padres con bebés o niños pequeños en el bar. Desde que se prohibió fumar en todos los bares de Francia, las familias pueden volver a tomarse una cervecilla sin que se ahoguen los niños en humo 🙂

También nos damos algún paseillo que otro por el Delicatessen los domingos por la mañana a comer unos mejillones con patatas con una cervecilla 🙂

Siempre me ha gustado mucho la sección de la marca Pylones en las Galeries Lafayette. Objetos cotidianos y de toda la vida alegremente coloreados y decorados. Toda una celebración de la imaginación y la originalidad.

Le había visto a Sofía, la hija de mi amigo Javi, un sonajero de esta marca, y desde entonces le tenía echado el ojo. Así que este fin de semana, ni corto ni perezoso, me he agenciado con uno para Inés. Y ahí está tan contenta, dándole a la maraca… aunque también es cierto que la pobre no lo controla mucho y se da de vez en cuando con ella en el coco.

Algún día que otro me toca tragar con lacitos y vestiditos de punto rosas 😉 … pero a mí, como a Inés, a juzgar por lo que se ríe, me gusta otro estilo. Así que cuando ví que había zapatillas VANS, con su correspondiente babero, para niños, no dude ni un segundo en comprarle un par…

Y le quedan la mar de bien con los vaqueros. ¡Toda una chavalilla!

Tarde de domingo de cumpleaños, 34 ya, en casa, de sofá y de tranquilidad. Pero Inés anda con ganas de jugar… y de gritar. Y de paso de hacer un poco el indio. Y parece que le ha cogido gusto 🙂

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Sé que lleváis meses pidiéndolo, pero hasta ahora no nos habíamos puesto a ello. Ya fuese por falta de fotos o por falta de tiempo no nos habíamos parado a echar la vista atrás y comparar a nuestra querida Inés con fotos de sus padres cuando eran tan enanos como ella.

La cosa no es sencilla. Hoy en día los niños tienen cientos, o más bien miles, de vídeos y fotos. Tienen su web, su twitter, sus fotos en facebook,… tienen de todo. Van a llegar a mayores con su vida perfectamente documentada. Además desde distintos puntos de vista: padres, abuelos, tíos, amigos,… Sin embargo el caso de los padres es distinto. Tenemos un puñado de fotos de recuerdo con los que tenemos que imaginar todo el resto. Así que ha sido más cuestión de sacar a Inés como estábamos nosotros que de compararnos con lo que ya teníamos de la enana.

En las fotos de arriba, la primera soy yo y la segunda es Arancha. Obviamente somos los de la izquierda. Ahora es vuestro trabajo el sacar los parecidos en cada una. Que si la cabeza es así, que si el pelo es tal, que si los ojos o que si la nariz… 🙂

Inés termina cada día con la nounou a las cinco y media de la tarde. Hasta la hora de su baño, alrededor de las siete y media, tiene un par de horitas para que sus padres disfruten de ella. A veces aprovecha para echarse una siestecilla del carnero, pero otras no pierde la oportunidad de que la agasajen. Y de paso ella nos agasaja con sus sonrisas. Ahí la tenéis en vivo y en directo…

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Se acabó lo que se daba. Fin de vacaciones, fin de baja, fin de fiestas… fin de todo. Hoy volvemos al trabajo los papás e Inés empieza con su nounou. De momento sólo medio día para ir adaptándose. Ahí la tenéis, estrenando chandal saliendo de casa a descubrir mundo.

Ya os contaremos que tal. Seguro que muy bien 🙂

Bueno, ya estamos de vuelta de las dos semanas de vacaciones por Santander y Pamplona. Mucha familia, muchas visitas e Inés espabilándose mucho. Nos hemos dado cuenta que le encanta quedarse flipada mirando peluches. Este que mira en la foto es un Coco, de los de Barrio Sésamo de una promoción del Diario Montañés. El peluche está fatalmente hecho, pero basta que vaya vestido del Racing para que se convierta en uno de los peluches preferidos de Inés (bueno, al menos de su papá)

Este domingo hemos salido Inés y yo a dar una vuelta por Toulouse mientras Arancha aprovechaba para desconectar un poco y adelantar alguna tarea del hogar. Y como era domingo había que ponerse guapo. Jersey blanco, vaqueros y las playeras rosas de la abuela Mili.

De cabeza al carrito y paseo por Compans Caffarelli, luego al mercado de Saint Sernin y de vuelta a casa.

Hoy Arancha ha salido un rato a ver el niño de una amiga y nos ha dejado a Inés y a mí solos. Inés se ha portado como una santa (hasta me ha hecho alguna sonrisilla y todo) y no he podido evitar sacar la cámara de vídeo para inmortalizarla. Ahí tenéis lo que he filmado, sin montar ni nada, sólo un poquito de música para acompañar.

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