Primeros paseos de Inés por Toulouse con el super carrito que le regaló la abuela Mili. Y de paso, primer viaje de Inés en Metro… nos fuimos tan lejos que hubo que volver por el subsuelo de Toulouse.

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Muchos regalos le están cayendo a Inés y estamos muy contentos con todos. Pero hay uno que me ha hecho gracia especialmente. Nuestros amigos Pepe y Fanny le han regalado, entre otras cosas, a Sophie la Girafe (Sofía la Jirafa). Un juguete clásico en Francia que todos los bebés de este país tienen que tener.

Sophie es un juguete de principio de los años 60. Una jirafa de goma con un silbato de lo más clásico. Ideal para cuando le empiecen a salir los dientes a Inés. Es un poco pronto, pero de momento se entiende muy bien con ella.

Es obvio que se me cae la baba más a mí que a ella. Aquí la tenéis después de darse un atracón ayer por la noche. Ya sé que se me ven muchas ojeras en la foto, pero qué más da, lo mas importante aquí es la enana que tengo entre manos.

Se acerca el primer fin de semana en casa. A ver si podemos descansar un poco y pegarnos algún paseillo por Toulouse con el cochecito, que lo tenemos nuevo aún. Bueno, su abuelo Miguel Angel ya lo ha estrenado dando un paseo por el barrio.

Pues ya estamos de vuelta en casa. Ayer en el hospital le hicieron las últimas revisiones a Inés y a su madre y nos dieron luz verde para coger el Loola Up, meter a la enana dentro y marchar para casita. Como dice mi amigo Javi, os vais dos y volvéis tres.

La enana está teniendo unas noches de lo más animadas. Durante el día duerme como una bendita, ya veis la foto, y por las noches anda con los ojos como platos. Al menos así fue la última noche en el hospital. Daba igual que la leche fluyera por doquier, era de noche y aquí no dormía nadie.

Esta última hemos tenido un poco más de suerte. Tras un inicio prometedor de gritos y alaridos, se nos ocurrió ponerla entre nosotros en la cama usando el magnífico Flopsy como cuna improvisada, y magia… de 1h30 a 5h00 y de 5h30 a 8h00… todo un record. Yo sigo muerto de cansancio (hoy he vuelto al trabajo), pero a ver si coge las buenas costumbres…

La leche empieza a subir poco a poco y el despertar hoy ha sido más tranquilo…

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Qué os voy a contar a los que ya hayáis sido padres, pero la subida de la leche es el peor enemigo del sueño de los papás. La pobre Inés, y por defecto sus padres, han pasado la noche casi en blanco esperando que ese maná del cielo llegue de una vez. Que suba la leche materna… Menos mal que las comadronas han calmado a la niña con pequeñas dosis de leche artificial antes de cada toma. A ver si la cosa se estabiliza pronto. Yo ya he aprovechado para echarme mi primera siesta (por llamarlo de alguna manera) de 3 o 4 horas desde que nació la enana. Aquí estoy en casa con los pelos de punta y en pijama escribiendo esto dando gracias que la familia ande cerca estos días para dar un respiro que otro.

Esta mañana apunté a Inés en el consulado español. Por si alguno tiene dudas, Inés es española al ser los dos padres españoles. El hecho de que haya nacido aquí solo podría influir si cuando llegase la mayoría de edad ella quisiese adoptar la nacionalidad francesa. Pero todo eso cae muy lejos, y de momento tenemos una españolita de Toulouse por aquí. Tocará hacerla el pasaporte pronto. Jejeje, a ver como nos las apañamos para las fotos de carné.

Bueno, a ver si me doy una duchita y al hospital. Me llevé la cámara de vídeo ayer. A ver si filmo algo y pronto os puedo poner algun vídeo.

Bueno, pues ya somos tres. Todo ha ido muy bien, para los que aún no sepáis los detalles, todo empezó el jueves por la tarde. Ingresaron a Arancha y empezaron a con el procedimiento para provocar el parto. Aquí usan un método más lento que el que usan en España, pero que ha funcionado muy bien. El viernes nos bajaron al paritorio a las tres de la tarde para empezar con epidural y oxitocina. Y tras horas y horas de dilatar, Inés nació a las diez y cuarto de la noche del viernes tras empujar un poquito. Las comadronas del hospital Paul de Vigier hicieron un estupendísimo trabajo. Da gusto ponerse en manos de profesionales como ellos. Como ya os dije, casi 3.8 kilos y 50 cms. Una niña grandota. Arancha está bien. Con molestias y puntos, pero bien en general. Muy cansada y con recuperación por delante, pero lo que suele ser habitual en estos casos.

La primera noche fue durilla, pero la segunda ha sido un poco más agradable. En 24 horas uno pasa de ser un neófito en esto a cambiar pañales, quitar gases, acunar, consolar, limpiar babas (del bebé y las tuyas) y a tener unas ojeras enormes. Pero todo esto con la sonrisa en la cara constantemente.

De salud todo bien. Ayer la tuvieron bajo la lámpara para reducir la ictericia y hoy los niveles ya habían bajado. Así que de ayer no tengo ninguna foto demasiado bonita (a la pobre la pusieron en pañal y con unas gafas protectoras) y hoy no he tenido tiempo de hacer ninguna. Pero no os preocupéis, que pronto habrá más fotos (de momento, mi padre ha puesto estas con el Picasa)

A darme una ducha, a cenar algo y a volver al hospital con mis niñas.

Aquí está Inés. Todo ha ido estupendo. 3.750 kg y 50 cms. La mamá está también bien, aunque un poco cansada…

…chicos, me voy al hospital. ¡Pronto más!

Últimas fotos y últimos arreglos en casa. Hoy ha sido 10 del 9 del 8, qué irónico, un día de cuenta atrás…

Cuarto pintado, stickers puestos, cuna y mini-cuna listas, cómoda con cambiador montada, silla, capazo y maxi-cosi en casa, bodies, pijamitas, gorritos, guantes, jerseys, chaquetillas, pañales, cremas, colonias, jabones y champúes, pañales,…

…creo que ya esta casi todo. Bueno, aún falta Inés, que nos la traen el viernes, y si se retrasa un poco, el sábado.