Ahí andamos Inés y yo probando su gigoteuse de Patapon. Tan pichis 🙂

Ya se fueron abuelos y tío. Ya nos quedamos los tres solos y durante la semana, cuando yo trabajo, las dos solas. Así que Arancha e Inés están pasando un porrón de horas solas y la cosa da para mucho. Visitas al PMI del barrio a pesar a la enana, paseos por el parque, siestas para recuperar el sueño perdido por la noche, bailes a ritmo de Keane (Inés ya tiene canción favorita y todo) y fotos, muchas fotos, toneladas de fotos. Ya iba siendo hora de seleccionar alguna y ponerla aquí.

Tengo que reconocer que cuando me mandan cuidar a Inés pongo todo mi empeño en ello. Dejo lo que tenga entre manos y me pongo a hacer monadas…

…hasta que me sacan una foto como esta 🙂 e Inés mirándome y diciendo «Â¡eh papá! ¡estoy aquí!»

Pues ya nos hemos quedado solos los tres. Han pasado por aquí los abuelos maternos, paternos y el tío Pedro. Todos se han ido ya encantados con Inés, con toneladas de fotos y con ganas de volver a verla de nuevo pronto. En seguida iremos por Santander. Mientras tanto aquí podéis ver a Inés frita refrita con su abuelo de fondo dándole al WiFi 🙂

Inés celebrando su cumplemeses con su tío Pedro que anda por aquí unos días visitando a su sobrina (bueno, y de paso a los padres también).

Inés conociendo a su doudou, un simpático y suave conejo regalo de Lucie y Richard, que le acompañará a todos los lados dentro de unos meses. Algo así como la mezcla entre un peluche y una toalla, los doudous, tan de moda ahora, hacen el rol de objeto de transición que los bebés usan para desapegarse de su madre y sentirse seguros a la vez. Dentro de unos meses, se supone que el conejillo este será el objeto más arrastrado de la casa. Ya os contaremos 🙂

Por cierto ¡Felicidades Inés! ¡hoy cumples un mes!.

Bueno, pues for fin llegó el sábado. La semana ha sido de lo más ajetreada, con los abuelos Carlos y Mili por aquí hasta el jueves y con la llegada del tío Pedro ayer por la tarde. Hoy tenemos buen tiempo e Inés ha dormido bien (más le vale, después de casi no dormir nada ayer durante el día), así que después de comer habrá que aprovechar para ir a dar una vuelta con el centro los cuatro.

Inés cada día está más despierta. Ya nos empieza a deleitar con sus primeros «Â¡Ah!» y le van saliendo más sonrisillas. Y las primeras ropitas ya empiezan a quedarle pequeñas…

Esto es lo que veo desayunando mi colacao… Inesuca en su hamaca haciendo tiempo mientras mamá se ducha 🙂 Así que últimamente llego tarde al trabajo…

Le está cogiendo gusto a esto de posar Inés. Pues nada, no será porque a su padre no le guste hacer fotos 🙂

Ya han pasado 3 semanas desde que Inés está con nosotros, y aquí nos tenéis, tan contentos y sonrientes. Mirando las primeras fotos es increible lo que ha cambiado en tan poco tiempo. Y lo que nos queda… 🙂