Es obvio que se me cae la baba más a mí que a ella. Aquí la tenéis después de darse un atracón ayer por la noche. Ya sé que se me ven muchas ojeras en la foto, pero qué más da, lo mas importante aquí es la enana que tengo entre manos.

Se acerca el primer fin de semana en casa. A ver si podemos descansar un poco y pegarnos algún paseillo por Toulouse con el cochecito, que lo tenemos nuevo aún. Bueno, su abuelo Miguel Angel ya lo ha estrenado dando un paseo por el barrio.

Bueno, pues ya somos tres. Todo ha ido muy bien, para los que aún no sepáis los detalles, todo empezó el jueves por la tarde. Ingresaron a Arancha y empezaron a con el procedimiento para provocar el parto. Aquí usan un método más lento que el que usan en España, pero que ha funcionado muy bien. El viernes nos bajaron al paritorio a las tres de la tarde para empezar con epidural y oxitocina. Y tras horas y horas de dilatar, Inés nació a las diez y cuarto de la noche del viernes tras empujar un poquito. Las comadronas del hospital Paul de Vigier hicieron un estupendísimo trabajo. Da gusto ponerse en manos de profesionales como ellos. Como ya os dije, casi 3.8 kilos y 50 cms. Una niña grandota. Arancha está bien. Con molestias y puntos, pero bien en general. Muy cansada y con recuperación por delante, pero lo que suele ser habitual en estos casos.

La primera noche fue durilla, pero la segunda ha sido un poco más agradable. En 24 horas uno pasa de ser un neófito en esto a cambiar pañales, quitar gases, acunar, consolar, limpiar babas (del bebé y las tuyas) y a tener unas ojeras enormes. Pero todo esto con la sonrisa en la cara constantemente.

De salud todo bien. Ayer la tuvieron bajo la lámpara para reducir la ictericia y hoy los niveles ya habían bajado. Así que de ayer no tengo ninguna foto demasiado bonita (a la pobre la pusieron en pañal y con unas gafas protectoras) y hoy no he tenido tiempo de hacer ninguna. Pero no os preocupéis, que pronto habrá más fotos (de momento, mi padre ha puesto estas con el Picasa)

A darme una ducha, a cenar algo y a volver al hospital con mis niñas.